Logramos evitar futuros problemas con las autoridades, y se implementan mejoras operativas, se aumenta la rentabilidad y se establece una estructura corporativa sólida.

La principal meta de implantar el Compliance es alinear los objetivos de la empresa con el cumplimiento de los requerimientos jurídicos a nivel nacional e internacional. También se ocupa de regular las operaciones internas para su adecuación a los estándares y códigos diseñados para garantizar ese cumplimiento.